El pasado jueves tuvimos ocasión de escuchar a Melanie Silveira reflexionando en voz alta sobre un problema al que ya se le ha puesto nombre, phubing, phubbing o ningufoneo. En efecto, cada vez es más frecuente ver en las situaciones más variadas cómo alguien se concentra en su teléfono móvil olvidando, menospreciando o ninguneando a quienes están a su lado. Ese menosprecio es el phubing.
Melanie asistió a un concierto donde observó con perplejidad cómo algunos jóvenes estaban más ocupados en grabarse a sí mismos, solos, con gentío y música de fondo, seguramente para colgar vídeos y fotos en sus redes sociales, que en bailar y disfrutar de la música, de los amigos y del ambiente. Pero su mayor sorpresa fue descubrir a una pareja dándose un beso apasionado, él con los ojos cerrados y ella atenta a la colocación del móvil para captar la mejor toma del momento. ¡Qué momento tan triste y patético!
Como oradora, a Mel se la ve suelta, natural y segura; mira al público y sabe conectar con él. Además ha sabido elegir un tema fresco, interesante y cercano que nos ha hecho reflexionar durante unos minutos sobre esas escenas, apartentemente inocuas, que reflejan nuestros comportamientos y prioridades sociales.
Gracias, Mel.