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Jose Franco y María Martínez hablaron el pasado jueves de los programas de telerrealidad. Arrancaron con la pregunta de quién ve programas como Gran Hermano, o Supervivientes, o First Dates y muchos más. Solo citarlos provoca la risa de los presentes, que parecen reconocer que no son programas dignos. María agradece la sinceridad de algunos y advierte de la hipocresía de quienes callan porque se avergüenzan de verlos. Y es que hay que reconocer que estos programas sacan lo peor de las personas pero, aún así, son líderes de audiencia.

¿Por qué? Dice Josete que porque muestran un retrato de lo que somos y eso nos permite identificarnos; porque ver desgracias ajenas nos consuela de nuestas miserias; porque ver a la gente haciendo el ridículo nos entretiene y nos evade. Pero hay que tener en cuenta que cuando te enganchas a un «reality» perdemos el tiempo, dormimos menos, miramos  con envidia esas vidas expuestas, los cuerpos perfectos, el dinero  conseguido sin esfuerzo y podemos sentirnos inferiores o acomplejados, olvidando que esas experiencias son engañosas, no son realidad sino telerrealidad.

«En conclusión -transcribimos literalmente su magnífico cierre- la televisión es como un frigorífico; dentro puedes encontrar una hamburguesa, jamón york, carnaza, caviar, fruta… Unos días te apetece una cosa y otros otra. O ¿acaso comerías caviar todos los días?, ¿acaso le gusta a todo el mundo comer caviar? España, visto lo visto, prefiere la carnaza».

Tuvieron la rara virtud del equilibrio: se repartieron perfectamente el discurso, manejaron con solvencia la dicción, aplicaron dosis justas de información, opinión y humor. Los que asistieron, que fueron muchos, se divirtieron y aplaudieron merecidamente un discurso ligero y simpático.

Gracias a los dos por colaborar y hacer más ameno nuestro recreo.

Nacho Serena habló en el último juespeech sobre la necesidad de sacar el sistema educativo de la pugna política para evitar que se modifiquen las leyes educativas cada vez que cambien el gobierno, a fin de acomodar el sistema a la ideología de los recién llegados. Por eso propuso una especie congreso de profesores y políticos, en el que se discutiera qué deben aprender nuestros jóvenes, se acordaran los currículos y se estableciera un verdadero compromiso por la educación.

Para Nacho, uno de los grandes problemas de nuestro sistema aún por resolver es conseguir que los alumnos aprendan y no se limiten solo a estudiar: que sean capades de adquirir y consolidar conocimientos y no se limiten a fijar datos en la memoria para soltarlos en un examen.

Nacho cerró su intervención dejando una pregunta en el aire: ¿Tú estudias o aprendes?

Gracias, Nacho, por tu reflexión.

El pasado jueves 9 de enero, nuestro compañero Andrés Nueno habló de su pueblo  y de todos los pueblos que, como el suyo, cada día tienen menos habitantes, y los que se quedan son cada día más viejos y necesitan médicos y carreteras para no morir de un infarto del que se salvan los que viven más cerca de las ciudades; y la gente joven solo va de vacaciones y vuelve rápido a las tiendas, al internet, al móvil con cobertura constante, a la comodidad de tener pan a diario, de comprar pescados del día y fruta exótica… El pueblo de Andrés parece un paraíso hermoso y aislado en el valle de Echo, pero es frágil  y necesita infraestructuras y atención para que los jóvenes se queden a vivir, para que trabajen allí y su pueblo, los pueblos, no se mueran de viejos y de abandono.  Su pueblo es solo un punto más en el preocupante mapa de la España deshabitada.

Gracias, Andrés, por recordarnos que nuestras raíces están en esos pueblos que se extinguen.

Cerramos el primer trimestre con el tercer certamen de debate escolar organizado en nuestro centro. Como en las convocatorias anteriores, este fue un debate escolar, es decir, un debate formal, con estructura cerrada y tiempos límite. Las posturas, a favor o en contra, se sortean antes de  empezar el debate,  Los alumnos de ambos equipos presentan sucesivamente su postura, argumentan y refutan o matizan los argumentos del equipo contrincante, y finalmente concluyen.

Dos equipos de 1º de Bachillerato debatieron en torno la cuestión ¿es lícito el uso de la violencia en política? en el aula polivalente.  No parecía fácil defender la postura a favor, pero el equipo encargado de ello supo encontrar argumentos y defenderlos con solvencia. Sin embargo, los miembros del equipo en contra mostraron más soltura y seguridad e hicieron valer su experiencia.

Todos los participantes se tomaron muy en serio su tarea, se prepararon bien y sortearon los nervios y el miedo escénico con habilidad y pundonor. También colaboraron eficazmente Blanca López, encargada del reloj y Baruk Gambaro, quien verificaba las evidencias en Internet.

Tras una breve deliberación el jurado falló a favor del equipo «en contra» integrado por Pavel Burlacu, Diego Santos, Sandra Grijalba y Marcelo Moreno; otorgó diplomas de reconocimiento a todos y entregó unos pequeños regalos a los ganadores.

En el Juespeech del 12 de diciembre Meryann Palacios nos habló de monarquía y república. Para ello se remontó a su propia experiencia: al llegar a España desde su Colombia natal, preguntó sorprendida cómo es que en España había un rey, un personaje más propio de los cuentos que de un país avanzado.

Después de unos años en España y, sobre todo, de un análisis reposado, no lo tiene muy claro. Así que preguntó al público qué opción política prefería y comprobó que la mayoría eran partidarios de la república o no tenían opinión al respecto, pero apenas un alumno se declaró favorable a la monarquía.

A continuación enumeró las ventajas e inconvenientes de un sistema y otro: el coste económico, la elección por parte de los ciudadanos, el carácter vitalicio, la neutralidad, los poderes reales del jefe de estado, etc. Nos dejó una idea que merece reflexión: un presidente de una república tiene más libertad y más poder para hacer mal a su país que un rey, al menos en las monarquías parlamentarias.

Gracias, Meryann, por ilustrar el recreo con tus palabras.

A punto estuvimos de quedarnos sin Juespeech la semana pasada  por ausencia del ponente. Sin embargo, Marcelo Moreno salvó el momento improvisando sobre un tema muy familiar, la discutible utilidad de los exámenes: ¿sirven los examenes para evaluar a los alumnos?, ¿pueden rendir cuentas de todas sus capacidades, habilidades y conocimientos?, ¿por qué seguimos utilizándolos como la piedra angular de la evaluación en nuestros centros?

Tras razonar su crítica, Marcelo invitó al auditorio a opinar sobre el asunto. Ady Escandell se atrevió y habló con desparpajo de la motivación en las clases y, sobre todo, de su ausencia.

Gracias a los dos por llenar de frescura nuestro particular recreo.

Pilar Quintero, de 2º de Bachillerato, fue la protagonista del último Juespeech: hizo un discurso magistral, conciso, bien estructurado, documentado y pronunciado sobre un tema áspero y difícil ante un público sorprendido por el aplomo que la oradora mostró al tratarlo.

Pilar presentó de forma objetiva dos situaciones opuestas: por un lado habló las chicas que son desplazadas de su país de su origen con la promesa, casi siempre engañosa, de enormes ganancias y mejoras, a otro país donde son tratadas como mercancía -mercancía ilegal-, movidas de un local a otro sin darles tiempo a establecer lazos, vejadas por dueños y clientes y sin posibilidad de comunicarse con personas de su entorno porque no conocen la lengua, ni con sus familias porque están avergonzadas de su fracaso o se han roto los vínculos con su partida; y por otro lado están las prostitutas profesionales de Ámsterdam, mujeres que son dueñas de su negocio, dadas de alta en la Seguridad Social, con derechos sanitarios y obligaciones fiscales.

¿Qué es mejor? Difícil pregunta para la que Pilar no dio respuesta: nos dio los datos y nos invitó a la reflexión.

Gracias, Pilar, por tu valiosa colaboración. Que otros sigan tu ejemplo.

El pasado jueves Asier Fraile nos habló del camino inconsciente o irreflexivo que nos lleva a tomar decisiones. Para ponernos en situación contó una historia personal: en una ocasión eligió tomar una calle en lugar de la habitual para acudir puntual a una cita, pero al tomar esa decisión se perdió la última ocasión de charlar con un buen amigo que murió a los pocos días. ¿Por qué no ponemos más atención, más conscencia en nuestras decisiones?

Asier recomendó analizar nuestras prioridades, valorar nuestros intereses y, conforme a ellos, tomar decisiones propias, conscientes, indiferentes a la aprobación de nuestro entorno. Eso es especialmente difícil cuando afrontamos situaciones nuevas, sea abrir un blog musical o coger el micrófono para hablar ante compañeros y profesores. Asier animó al público a ser valiente, porque si no pruebas no sabes de qué eres capaz… y él dio ejemplo. Gracias Asier, por tus palabras lúcidas, frescas, naturales y sinceras.

Los alumnos de Griego de 1º y 2º de Bachillerato visitamos ayer el Museo Arqueológico Nacional, la Biblioteca Nacional y el Museo del Prado. Además tuvimos tiempo libre para comer y por la tarde para pasear por el centro de Madrid y por el parque del Retiro, e incluso hacer algunas compras.

En el Museo Arqueológico vimos la colección de cerámica griega, algunos retratos y mosaicos romanos y la Dama de Elche. En el Museo del Prado hicimos un recorrido mitológico por los cuadros de autores como Rubens (Las tres Gracias), Tiziano (Dánae y la lluvia de oro), Velázquez (Las hilanderas), Goya (Saturno devorando a su hijo), y por algunas esculturas clásicas como el Grupo de San Ildefonso, el Diadumeno o la Ariadna dormida.

Las profesoras que los acompañaron esperan que la excursión haya sido interesante y provechosa, y confían en repetir la experiencia en los cursos venideros.

El  pasado jueves tuvimos ocasión de escuchar a Melanie Silveira reflexionando en voz alta sobre un problema al que ya se le ha puesto nombre, phubing, phubbing o ningufoneo. En efecto, cada vez es más frecuente ver en las situaciones más variadas cómo alguien se concentra en su teléfono móvil olvidando, menospreciando o ninguneando a quienes están a su lado. Ese menosprecio es el phubing. 

Melanie asistió a un concierto donde observó con perplejidad cómo algunos jóvenes  estaban más ocupados en grabarse a sí mismos, solos,  con gentío y música de fondo, seguramente para colgar vídeos y fotos en sus redes sociales, que en bailar y disfrutar de la música, de los amigos y del ambiente. Pero su mayor sorpresa fue descubrir a una pareja  dándose un beso apasionado, él con los ojos cerrados y ella atenta a la colocación del móvil para captar la mejor toma del momento.  ¡Qué momento tan triste y patético!

Como oradora, a Mel se la ve suelta, natural y segura; mira al público y sabe conectar con él. Además ha sabido elegir un tema fresco, interesante y cercano que nos ha hecho reflexionar durante unos minutos sobre esas escenas, apartentemente inocuas, que reflejan nuestros comportamientos y prioridades sociales.

Gracias, Mel.

Ayer tomó el micrófono Luis Filián para hablar de «Autolesión no suicida». Ese era el título o, más bien, el pretexto para ir más allá. En efecto, empezó explicando en qué consiste la autolesión y la desnudó de mitos y prejuicios: no es una moda, no es una llamada de atención, sino una forma de expresar un dolor profundo, un síntoma de un trastorno mental, depresión, bipolaridad, adicciones…, que requiere un tratamiento especializado y el compromiso del entorno familiar.

Pero al dolor particular de la enfermedad se le suma el estigma social. Por eso debemos hablar claramente y ayudar a romper tabúes; y quienes sufren deben contar su problema a los seres queridos y buscar ayuda en nuestro sistema sanitario, que ofrece psiquiatras y psicólogos especializados.

Hubo un tiempo en el que el cáncer era una «cosa mala», «algo serio». Hagamos que nadie se avergüence de sufrir una enfermedad mental. Ojalá esta charla haya sembrado un grano de normalidad en el discurso de la salud mental. Gracias, Luis.

La tercera temporada de Juespeech se abrió con lleno en el vestíbulo de la 2ª planta. Marcelo Moreno habló de «gratificción inmediata»: en este mundo de inmediatez, donde obtenemos aquello que podamos desear antes incluso de desearlo o necesitarlo, el teléfono móvil se ha convertido en una fuente de gratificación ficticia. Marcelo, habituado a tocar el móvil de forma automática, como casi todos nosotros, mientras estudia o hace los deberes,  se propuso separarse del móvil durante unas horas para evitar distracciones. Se descubrió acariciando la mesa de estudio a la espera de que se iluminara la pantalla. Y de ahí sacó el motivo para contarnos cómo la gratificación inmediata del móvil se compensa con una dependencia nada deseable. Como orador, Marcelo fue claro, seguro y sosegado. Su voz, rotunda y bien proyectada.