Nuestros alumnos de 2º de Bachillerato del Nocturno se acercan a la épica clásica de los grandes héroes y se atreven a emular a los poetas clásicos con estos poemas.
Minerva y Neptuno, Marta Gil
De una cabeza nace por su dolor armada,
suya es la justicia, suya la destreza.
Es la sabiduría, con las artes su gracia,
en la guerra con lauro, en el frente estratega.
Es el rey de los mares con tridente en mano,
el que agita tifones sobre caballos blancos.
En el confín del mundo, el límite Urano,
por vestimenta lleva solamente un manto.
La protección de Atenas uno y otro disputaron,
tocó suelo el tridente, de Neptuno agua el don
y de Minerva ofrenda el olivo frutado,
más manantial salado contra sustento non.
A la región sin nombre anegó el dios batido,
custodia ahora el fruto del Vulcano hachazo.
Lanza, casco y égida, sigla lechuza y olivo,
soberana del Ática, cuidado en su regazo.
Mi infortunio es Cartago, Frank Rojas
Un sentimiento de codicia me empujó al barco
junto a mis hombre partí hacia un viaje largo
por azares del destino llegamos a Cartago
grata fue la bienvenida que nos dio la reina Dido.
Aún estoy seguro de que aquel glorioso día
el mismo Cupido alegría irradiaba
y con la ayuda de su hermana
el amor de Dido y el mío correspondido se creaba.
Malvadas hechiceras movidas por la envidia
pensaron y decidieron hacer tal injuria
que por Mercurio se hicieron pasar y entre ramas decidieron esperar
así contaron a Eneas que debía continuar su travesía
que sino el dios Júpiter una desgracia le haría.
En efecto embarqué entre lloros
mi bella Dido ya enterada de nuestros destinos
ella a casa volvió y con una espada se suicidó
sin yo saber su fatal decisión, decidí quedarme con mi amor
he vuelto a casa y con mucho dolor
decidido está que iré a reunirme con mi amor.