Diego Pérez Uliaque nos habló de los múltiples beneficios que reporta la práctica deportiva. El pretexto ha sido la reciente desaparición de Kobe Bryant, Black Mamba, un icono del deporte y un ejemplo de espíritu deportivo.
En el plano físico, el deporte ayuda a combatir la obesidad, el cansancio subjetivo, la diabetes o mejora las articulaciones. A nivel mental, está constatado que la práctica deportiva libera hormonas como serotonina, endorfina, dopamina u oxitocina, que mejoran el estado de ánimo, regulan las emociones, combaten el estrés o producen placer. Por último, el deporte comporta unos valores que hacen de él una extraordinaria herramienta educativa: ayuda a combartir el miedo al fracaso, crea compañerismo y respeto, genera rutinas y organización, potencia las relaciones humanas en grupo, ayuda a hacer amigos, enseña a trabajar en equipo; en el deporte hay una ética del trabajo donde «nadie te regala nada» y tienes que «ganarte lo tuyo».
Habló rápido pero dijo mucho. Por encima de la estructura y de los contenidos del dircurso pudimos percibir el entusiasmo de alguien que cree que el deporte es fuente de salud, bienestar físico y personal y una de las mejores formas de educar. Los griegos ya lo sabían pero es necesario que alguien nos los reviva con su testimonio. Gracias, Diego.